El estudio de la comunicación celular se centra en cómo una célula da y recibe mensajes con su entorno y consigo misma. En efecto, las células no viven aisladas. Su supervivencia depende de la recepción y el procesamiento de la información procedente del entorno exterior, ya sea en relación con la disponibilidad de nutrientes, los cambios de temperatura o las variaciones en los niveles de luz. Las células también pueden comunicarse directamente entre sí -y cambiar su propio funcionamiento interno como respuesta- mediante una serie de señales químicas y mecánicas. En los organismos multicelulares, la señalización celular permite la especialización de grupos de células. Así, varios tipos de células pueden unirse para formar tejidos como el músculo, la sangre y el tejido cerebral. En los organismos unicelulares, la señalización permite que poblaciones de células se coordinen entre sí y trabajen como un equipo para realizar tareas que ninguna célula podría llevar a cabo por sí sola.
 
 
Impresión en papel Hahnemühle FineArt Baryta  325 g/m². 
Blanco claro
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Tamaño 60x80
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